Las emociones son un área muy compleja en el ser humano, por lo cual una mascota puede representar un gran apoyo.
Tener una mascota es, sin duda, una alegría para el hogar. El amor por ellas es un arma muy valiosa de la evolución, la cual nos ayudó a desarrollar la empatía y las emociones, tal como dice la paleontóloga Pat Shipman en su libro La conexión animal. Esto nos llevó a la domesticación y por ende, hoy en día, muchos poseemos mascotas, como un conejito. ¿Cómo no adorar a estas tiernas criaturas? Seres que no juzgan y te aceptan tal como eres, que te espera con ansias para jugar y que suplica tu amor y tus cuidados.
A su vez, el conejo puede ser un excelente apoyo emocional si estás atravesando una enfermedad física o psicológica; o si simplemente quieres compañía. Las razones populares para la cuniterapia (terapia emocional con conejos) radican principalmente en la sociabilidad que los caracteriza. Cuando tu orejón confía en ti, es normal que quiera tu afecto, salir de paseo o jugar contigo; estas características influyen positivamente en nosotros. Es relajante acariciar suavemente a estas hermosuras después de un día estresante; o realizar actividades al aire libre mientras paseas a tu bunny; o el simple hecho de saber que cuando vuelvas a tu casa, él te esperará ansioso por verte de nuevo.
Sin embargo, es importante recordar que estas entrañables y tiernas criaturitas requieren de sus respectivos cuidados, lo cual implica una atención constante y gastos económicos. Es fundamental saber que tener una mascota (conejo, perro, gato, loro, entre otros) implica una gran responsabilidad. Por ello, para los que tenemos mascotas (un conejito en mi caso); sin duda vale la pena tenerlos en nuestras vidas.
Por Valentina Lira
Bloguera de Bunny Lovers
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