El conejo silvestre es un mamífero inserto al sur del litoral chileno a mediados del siglo XIX, periodo en el cual se expandió hacia todo el territorio nacional.
Características físicas:
El conejo es un mamífero de tamaño mediano, que llega a alcanzar un peso de entre 1.5 y 2.0 Kg. Posee 4 patas de las cuales las traseras son más largas para dar brincos amplios y veloces, además de una pequeña cola o rabo, un par de orejas largas y rectas de entre 4 a 8 cm , que le son útiles para escuchar a lo lejos a sus depredadores y también para regular la temperatura corporal. Características similares a la de su primo el conejo doméstico, que se diferencia en algunas ocasiones por tamaño, raza y forma de sus orejas.
El pelaje del conejo silvestre, al igual que los otros tipos de conejos cubre todo su cuerpo y el largo de su pelo es relativamente corto. El color del pelaje es muy variado, pero la tendencia será de tonos castaños y con manchas para que le sea útil de camuflaje.
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¿Dónde encontramos a los conejos silvestres?
Actualmente se puede hallar a este animalito en todos los bosques y sectores medianamente vegetados del país (si se encuentra en medio de la ciudad puede ser un caso de abandono por parte del ser humano).
Siempre preferirán matorrales o sectores de difícil acceso ya que al ser animales presa buscarán su alimento cerca de sus guaridas.
¿Por qué existen conejos silvestres y conejos domésticos?
La principal razón de esta diferencia, es la intervención humana. Ya que el hombre durante generaciones ha creado por medio de la reproducción selectiva, mezclas que acentúan las características deseadas, por ejemplo: su tamaño. Seleccionando y cruzando a los conejitos más pequeños de cada camada, obligando a la reducción del tamaño de estos.
Estos factores no naturales, hacen inviable la sobrevivencia de un conejito doméstico, en la naturaleza, más allá de tener que buscar alimento. Además su constante cercanía con los humanos, han provocado que su instinto de supervivencia sea diferente, pues no diferencia claramente a un depredador.
Por todo lo anterior, dejar en la naturaleza a un conejito doméstico, acortaría su vida, ya que no sabría buscar su propio alimento ni refugiarse de sus depredadores y en el caso opuesto, tener un conejito silvestre en una jaula o pequeños espacios, sólo le provocará sufrimiento.
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