Conejo en Trance: Estar boca arriba no es divertido
Está demostrado que poner a tu conejito boca arriba o en “trance” no lo
relaja para nada, más bien, lo estresa y lo vuelve vulnerable por el miedo.
Seguramente lo has visto o experimentado con tu orejón…cargarlo como un bebé panza arriba no hace que lo relajes por más tierno o manipulable que se vea. Sin querer, lo que estás ocasionando es que entre en un estado de trance, el cual, no es nada saludable para él.
Esta posición física conocida como “conejito en trance” es un mecanismo de defensa o camuflaje que los conejitos emplean cuando se ven en peligro. Pareciera que están como muertos pero lo que hacen es protegerse de algún depredador. Entonces, esta hipnosis o inmovilidad tónica les produce miedo y estrés ya que se sienten en peligro.
Como sabemos, los conejitos son animales de presa, es decir, están siempre alertas ante cualquier amenaza o peligro. Este mecanismo de caer en “trance” es su último recurso, como te comenté líneas arriba, ellos caen en seco al piso (parecen muertos), lo cual produce que el depredador pierda el interés en la presa y el conejito tenga una nueva oportunidad para huir y ponerse a salvo.
Hace unos años esta práctica la llevaban a cabo algunos dueños de conejitos para acicalarlos: peinarlos, cortarles las uñas, limpiarlos, darles alguna medicina o solo para mimarlos y la confundían con un ritual “relajante” para ellos. Lo que desconocían estos dueños es que esta posición induce a los conejitos una parálisis temporal, su ritmo cardiaco y respiratorio aumenta aceleradamente, lo cual puede ser fatal.
La universidad de Huddersfield hizo una investigación sobre este tema, se llama: “Conejos en trance: hipnosis relajada o estado de pánico”. La inmovilidad tónica se produce por el estrés que experimentan cuando se sienten amenazados o en peligro de muerte. Otro peligro que conlleva esta posición es que al momento de querer reincorporarse para “escapar” emiten movimientos bruscos y rápidos, los cuales pueden acabar en golpes o daños irreversibles.
Por todo lo que exponemos, no es apropiado recurrir a esta práctica, a menos que un veterinario de exóticos necesite tomar una placa radiográfica o practicarles algún procedimiento y necesiten anestesiarlos. No obstante, esta posición incómoda debe ser tomada como la última opción y siempre dirigida por un profesional.
Por otro lado, hay orejones que sí disfrutan de esta posición voluntariamente luego de jugar, saltar, correr o dar algún binkie en el aire. Obviamente lo realizarán cuando se sientan en un ambiente seguro y en confianza con su humano.